¡Saludos a todas y a todos!
En este nuevo reto, trataremos de abordar la igualdad centrándonos en las políticas públicas destinadas al fomento de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Para ello, y nuevamente declinándome por un análisis basado en mi profesión, he decidido examinar el “I Plan de Igualdad en la Policía Nacional”.
La creación de este I Plan de Igualdad es la culminación a un trabajo iniciado en el año 2018 por la Policía Nacional, momento en el que crea la Oficina Nacional de Igualdad de Género, incardinada actualmente en el Área de Derechos Humanos e Igualdad del Gabinete Técnico, siendo este un órgano que de manera exclusiva, permanente y específica, se encarga de la protección y promoción de los derechos humanos e igualdad de género.
El I Plan de Igualdad de la Policía Nacional, aprobado en fecha 28 de febrero del año 2023 se aplica a todo el personal funcionario de la Policía Nacional, incluyendo al funcionariado en prácticas, así como el alumnado en la Escuela Nacional de Ávila. Tendrá una vigencia de cuatro años, mas permanecerá en vigor hasta la aprobación de un nuevo Plan de Igualdad. No obstante, se irá evaluando y revisando durante este plazo a través de la llamada Comisión de Seguimiento, siendo este mismo órgano el encargado de su implementación.
Así pues, este plan se identifica como el instrumento empleado para definir los objetivos en materia de igualdad de la Policía Nacional, del mismo modo que se establecen una serie de medidas evaluables dirigidas a eliminar los obstáculos que dificultan la igualdad real entre mujeres y hombres.
Se podría afirmar, que de forma más o menos directa, el I Plan de Igualdad lucha contra los roles de género establecidos en esta sociedad pues, por un lado, está muy arraigada la idea de que el hombre es el que debe trabajar fuera del hogar, demostrándose a lo largo del mismo, cómo, gracias al gran trabajo realizado desde el año 2018, se ha producido un gran aumento en el porcentaje de mujeres que acceden a la Institución.
Por otro lado, y desgraciadamente, para gran parte de esta sociedad, la Policía Nacional está asociado a que es un trabajo para hombres, es por ello, que por parte de esta Institución se han tomado medidas para frenar estos estereotipos, tales como el aumento de la representación policial femenina en los medios de comunicación así como en las áreas de seguridad ciudadana, tratando en todo momento de alcanzar los denominados porcentajes de participación igualitarios (entendiendo estos como aquellos que se hallan entre 40 % y 60 %).
Respecto a los recursos, tanto materiales como económicos, al ser una institución pública, no existen diferencias entre mujeres y hombres, si bien, hay puestos específicos donde su complemento económico es mayor y, por la exigencia (física principalmente), no hay representación femenina.
En cuanto a la representación femenina en el poder, indicar únicamente que tal y como se expresa en el análisis pormenorizado de este documento, en las escalas y categorías de poder, el porcentaje de representación de la mujer es significativamente inferior al del hombre. Se ha observado que en aquellos casos donde el ascenso procede principalmente por concurso oposición, y no por antigüedad selectiva, las mujeres se ven especialmente perjudicadas, asociando ello a, muy probablemente, la gran responsabilidad que poseen las mujeres en el hogar, impidiéndole destinar un gran número de horas al estudio de la oposición. Es por ello, que en este Plan de Igualdad se ha aumentado el porcentaje de ascenso por antigüedad selectiva al 40 % (anteriormente era del 33 %) o se ha introducido esta modalidad de acceso en algunas categorías, con la esperanza de que las mujeres superen ese obstáculo o “techo de cristal” que les impedía alcanzar las categorías más altas.
De igual modo, en este plan de igualdad, se destaca la necesidad de implementar tribunales paritarios en el acceso a las distintas categorías, tratando de conseguir la objetividad en el acceso a la Institución.
A fecha de hoy, pese a que no se pueden aportar grandes datos acerca de su impacto real en la Policía Nacional, debido a su reciente aprobación, considero que su impacto está siendo y será realmente positivo, pues en esta última convocatoria de acceso (donde ya se había implementado el plan), se puede observar que el porcentaje de hombres y mujeres que se han presentado a las pruebas respecto al porcentaje de aprobados de uno u sexo ha alcanzado cifras próximas, seguramente gracias a las medidas indicadas previamente.
Asimismo, en estos meses se ha observado un aumento en el porcentaje de mujeres en áreas que hasta años anteriores la presencia de las mismas era mínima, como automoción o telecomunicaciones, coincidiendo con áreas sociales asociadas a la masculinidad, donde destinan varias de las medidas específicas del Plan de Igualdad.
Como puntos fuertes de este documento, destacaría los siguientes tres. En primer lugar, este documento ha realizado un gran y exhaustivo análisis en todas las áreas importantes a fin de establecer de forma clara y eficaz los objetivos a cumplir. En segundo lugar, destacar que pese a que no se ha indicado previamente en este post, este plan adopta medidas tendentes a la erradicación del acoso sexual, y de cualquier otro tipo, no permitiendo que se perpetúen comportamientos típicos y estereotipados de compañeros y/o jefes que por el mero hecho de ser hombres se consideren en el derecho de acosar a sus compañeras o subordinadas, destacando e incidiendo en una rápida actuación por parte de los organismos pertinentes en caso de que se dieran situaciones de este tipo. Por último, y pese a las grandes críticas sufridas tras la publicación de este documento, me parece realmente positivo que este plan implemente el uso del lenguaje inclusivo, tanto en la propia institución, como en los comunicados a los medios de comunicación.
Sin embargo, y negativamente, considero que es un poco escaso a la hora de su implementación, pues se deberían realizar cursos totalmente obligatorios en materia de igualdad, así como evaluaciones individualizadas y secretas fin de valorar con sinceridad la situación de cada uno de los funcionarios y funcionarias en su puesto de trabajo.
Para finalizar, me hubiera gustado que, para próximos planes de igualdad, se indicaran las medidas que se emplearán en el caso de su no implementación por parte de algún funcionario, grupo o unidad.
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